Ética para Savater

Esta mañana nos levantamos con una declaración de Fernando Savater en la que se llama a los indignados "mastuerzos".

Dice, además:

Habíamos quedado en que lo aceptable del movimiento 15-M era que era sin violencia, sin coacciones", ha señalado en declaraciones a la agencia Servimedia. A su juicio, las protestas y el hecho de que hayan intentado impedir, sin éxito, que los diputados entraran a la cámara contradice el carácter pacifista que les definía. Los indignados de Barcelona son "un hatajo de mastuerzos que quiere imponerse a los representantes de la votación popular y que, por tanto, debían ser desalojados por la Policía y nada más". El cerco al Parlament, ha subrayado, "no es tolerable en ningún Estado de derecho".

Bueno. Hagamos un análisis reposado de la figura y las ideas de Savater:

1. Todos tenemos la posibilidad, a lo largo de la vida, de evolucionar y progresar. Que se lo digan, si no, a Jorge Verstrynge, a Pilar Rahola y ese en el que estás pensando ahora mismo; es decir, todos tenemos derecho a cambiar. En el caso de Savater tampoco se le puede reprochar que en su día firmase la legalización de Herri Batasuna y más adelante pasara a ser el portavoz de ¡Basta Ya! y el Foro de Hermua.
2. Si un día lo tuviéramos delante sí sería más interesante que nos aclarara cómo pasa uno de ser libertario a hacerse liberal y acabando en un partido socialdemócrata como UPyD. Lo de homófobo ya imagino que le habrá resultado -entre tanto salto- bastante más sencillo.
3. Un hombre con su formación y su presupuesta inteligencia no debe caer en generalidades tan burdas como en la que acabamos de leer. De hacerlo, puede encontrarse con cosas como ésta:

Habíamos quedado en que lo aceptable de la sociedad vasca era que era sin violencia, sin coacciones", ha señalado en declaraciones a la agencia Servimedia. A su juicio, las protestas y el hecho de que hayan intentado impedir, sin éxito, que los diputados entraran a la cámara contradice el carácter pacifista que les definía. Los vascos en Euskadi son "un hatajo de mastuerzos que quiere imponerse a los representantes de la votación popular y que, por tanto, debían ser desalojados por la Policía y nada más". El cerco al Parlament, ha subrayado, "no es tolerable en ningún Estado de derecho". (En rojo los cambios que he hecho).

Queda claro que hay que cambiar muchas cosas: desde los políticos y los banqueros a los supuestos intelectuales.