viernes, 30 de diciembre de 2016

Enhorabuena, españoles: Podemos ha ganado

Se van a cumplir dos años desde que escribí esta entrada: Errejonismo.





Lejos de posicionarme en el bando opuesto al de Pablo Iglesias, en aquel entonces empleaba ese término para destacar que los postulados que defiende Íñigo en esa conferencia se cumplen. Te los recuerdo:



  • Quien fija los términos y las condiciones de la contienda empieza ganando, por lo menos, la mitad ésta.

  • Quien determina el lenguaje y las razones en torno a los cuales se constituyen los bandos ha empezado la batalla, seguramente, con el 51% o el 50% ganado

  • Lo fundamental en una relación hegemónica no es sólo que lo vean los que están de acuerdo contigo; es que incluso los que no están de acuerdo contigo se vean obligados a pensar y a discutirte con tus categorías y tus términos. Es decir, que con determinadas explicaciones que has dado, con un relato de lo real,  has sido capaz de construir un marco en el que, incluso tus adversarios, te tienen que contestar. Mis adversarios tienen que utilizar mis categorías para desafiarme. Me podrán ganar, pero cuando lo hagan, ya no serán los de antes. Me han ganado a condición de ser un poco yo, de parecerse un poco a mí.

  • Se ha producido una mutación cultural de tal calado -a menudo más profunda, pero más difusa que los cambios institucionales- que va a modificar las pautas de relación, de manera que el adversario que te gane, porque siempre puede haberlo, habrá "pagado" el precio de parecerse mucho a ti y haber heredado una buena parte de tus contenidos.

Si hoy digo que Podemos ya ha ganado es por todo esto. Hoy todos discuten los pormenores, pero el hecho incontestable es que por fin se discute de asuntos como la renta básica, la subida del salario mínimo interprofesional, la pobreza energética, la contaminación en las grandes ciudades.

¿Nos gustaría un SMI más alto? ¿Qué la renta básica fuera una Renta Básica Ciudadana Incondicional? ¿Que se fomentara el uso de las energías renovables? Claro, pero Podemos no está en el gobierno -todavía-.

Al menos desde la oposición o en aquellas pequeñas parcelas de poder donde se gobierna, se ha logrado que estos asuntos se debatan. No sólo eso: la gente habla de ello, que es el principio necesario para que todo cambie.

Y lo más importante: TODAS las personas nos beneficiamos de estos logros, seamos blancas o negras, de Barcelona o Badajoz, de izquierdas o de derechas.

No me voy a despedir de 2016 eludiendo la pelea interna entre pablistas, errejonistas y anticapis, pero lo haré con un símil.

En una panadería, la familia discute durante la cena quién será quien mañana encienda las máquinas, quién se pondrá en el mostrador a servir a la clientela o quién limpiará cuando acabe la jornada, pero en la familia todos tienen claro que mañana, a primera hora, el cliente tendrá su pan recién hecho con todo el amor y una sonrisa en la cara.

¡Feliz año 2017!

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