Recuerdo haber visto en Sol estos días un gran cartel que rezaba:

Luego he sabido que fue arrancado, generando las consecuentes discusiones y debates.
Me sorprendió por el tono categórico -casi imperativo- del lema, y me hizo recordar este otro:
Entonces es cuando me empiezo a poner un poco nervioso. ¡Triplicar! ¡Asterisco!
El lenguaje, ya lo he dicho miles de veces no es sexista. No es sexista. No es sexista. Las personas son sexistas. El lenguaje no tiene sexo, tiene género, y aunque lo tuviese, un pene o una vulva no son ofensivos.
Otra norma básica inviolable en una herramienta común, asamblearia, como es la lengua es la economía del lenguaje. Según este principio, durante la comunicación se emplea el menor número de elementos posibles para facilitar y dar fluidez al proceso comunicativo. Eso quiere decir que, si puedo decir algo con tres palabras, debo decirlo en esas tres palabras. Lo contrario, además de improductivo, es tedioso y, ya que estamos, se aleja del nuevo espíritu 15-M.
En las distintas asambleas que se pueden vivir en las distintas concentraciones escuchamos a participantes que dan su opinión sobre un tema u otro, y nos sorprendemos cada día con sus aportaciones. Pero no sabes cómo aburre tener que escuchar todos, todas y todes cada rato.
Esto me recuerda que hay otras cosas que debemos cambiar y que nos vienen heredadas de nuestros mayores. Nuestro país se llama España, repite sin miedo, ¡España! Dejemos de usar de una vez Estado.
Echo de menos alguien que me cuide un poco la herramienta que está haciendo posible el cambio.
estoy completamente contigo, pero hay que reconocer que todo cambio ha tenido que comenzar por ir modificando cositas pequeñas, en algunos casos el lenguaje es necesario para que consigamos un igualdad de verdad.
ResponderEliminarotro revolucionario harto. Besos. Mario.
Hola Mario.
ResponderEliminarLo anormal es pensar que el idioma lo podemos cambiar por conveniencia. Cada palabra, cada sonido de nuestra lengua lleva cargados siglos de significado que NADIE tiene derecho a cambiar por que sí. Por ejemplo, la palabra "cosa" viene del latín "causa", y comparte etimología con lenguas celtas. Es femenina desde hace, como mínimo, 3000 años. No puede venir ahora nadie a hacernos cambiar 3000 años de historia para que no ofenda y se convierta en "coso".
Pero y qué coño significa "todes"???
ResponderEliminarperdona, que pollas significa? perdona otra vez... órgano reproductor significa?
Hola Wi.
ResponderEliminarDe eso se trata. El idioma ya está inventado, y si creamos una palabra es porque hay algo nuevo que designar. De lo contrario, lo ensuciamos sin más.
Un saludo.
La norma lingüística que establece que el plural masculino no lleva marca de género y, por lo tanto, es inclusivo, no se estableció por motivos de discriminación o segregación, sino por una cuestión básica que es la Economía del Lenguaje.
ResponderEliminarLas intervenciones en las Asambleas, especialmente en la Asamblea General, deben ser breves, por lo que repetir varias veces la misma palabra ralentiza el ritmo de las reuniones y, si empleamos el plural femenino incurrimos en un grave error gramatical.
Además, cualquier persona que se acerque y no sepa que el "nosotras" se refiere a "personas" con valor de deixis social puede sentirse excluida.
Si tanto empeño tienen en utilizar el plural femenino, deberían poner un gran cartel que lo explicara (algo así como "decimos nosotras porque nos referimos a personas"), así el deíctico tendría un referente fácilmente recuperable.