sábado, 26 de octubre de 2013

¡Prenda!



(Fuente: http://www.studentsaarthi.com)
Como me he levantado un poco lexicológico y algo etimológico, os voy a contar algunas cosas sobre un puñado de palabras y expresiones que acostumbraba a oír y que cada día oigo menos. Son palabras que aprendí cuando llegué a Extremadura desde Barcelona, alguna de las cuales adopté y ahora me resisto a perderlas.

El primer caso es el de la palabra prenda. Recuerdo que antes su uso estaba muy extendido, pero ahora, cuando se la espeto a alguno de mis alumnos “¡muy bien, prenda!”, me suelen decir: “¡Jo, no me digas eso, que no me gusta!”.

En mis años de carrera en filología, cuando eso era más que un grado y la carrera compartía tres años de asignaturas comunes con el resto de filologías, los de inglés y alemán conocíamos la lingüística griega y romana y la hispana. Entonces descubrí que prenda procede del pignus latino, que entre otras cosas, significa ‘persona a la que se ama profundamente’. Un precioso calificativo cuyo uso no es muy extenso y poco a poco se desvanece.

Tupa es otra palabra en desuso y que me gusta. Uno ‘se tupe’ –se harta- de comer o beber, pero también puede haber una tupa de gente o tener una tupa de trabajo. Esta locución determinativa tiene su grado sumo en tupitanga, que eso ya es pasarse una tupa.

Fuimos a la boda de Guada y había una tupa de gente. ¡Menuda tupitanga nos dimos!

Arrecido, o arrecío en extremeño, es como te sientes cuando estás muerto de frío. Podría ser un sinónimo de ‘aterido’, pero aquél mola más porque procede del latín arrigere, que significa ‘atiesarse’, algo mucho más gráfico, ¿no crees?


Claro, sales con ese pingo y luego me vuelves to arrecío.

No la uso y no sé cómo se escribe exactamente pai, pero es una palabra que se usa en multiples contextos. El otro día, un ex-alumno me contaba por whatsapp su entusiasmo por las salidas profesionales del módulo en el que acababa de matricularse y me decía esto:



En este caso, equivale a ‘etcétera’, pero también puede significar ‘si es posible’ o ‘por ahí’:

Estuve pai y me encontré con Sergio, Sandra, Carlos y pai. Como hace mucho que no te vemos, hemos quedado en llamarte y verte pai.

Otro término que me divierte y que utilizo es pelete. Procede de la locución adverbial ‘en pelete’, ‘en cueros’, ‘desnudo’, pero también se usa como adjetivo:

Como hace calor, me voy a quedar pelete.

Cuando uno quiere demostrar su total acuerdo con algo dice ¡tú verás!, que aquí viene a significar ‘naturalmente’ o ‘por supuesto’, aunque en otras ocasiones significa 'escepticismo o incredulidad':

-       Pues este iPhone 5 me ha costado 85€.
-       Tú veráaaaaas (no me lo creo).
-       ¿Te parece barato?
-       ¡Tú verás! (¡Claro!)

Si combinamos, lograremos expresiones altamente enfáticas:

-       Entonces, ¿me quieres?
-    ¡Pues tú verás, prendísima! (un extremeño te dirá: ‘¡Poh tú veráh, prendísima!’).

A veces la uniformidad que las redes otorga es algo bueno, pero no debemos dejar que un localismo se pierda por vergüenza o desidia, así que ¡ea, a usar estas joyitas!









No hay comentarios:

Publicar un comentario