A ver si lo he entendido bien:
El Gobierno de Hispanistán decide, en dos ocasiones, repatriar a dos misioneros enfermos de ébola. ¿Por qué? Por simple caridad cristiana. Eso lo sé porque, de otro modo, nadie podría justificar que a otros españoles no se les ofrezca el mismo apoyo. La Iglesia, por su parte, lejos de hacerse cargo de ese gasto, sigue entregada en expoliar, recaudar y preocuparse por los genitales ajenos.
Una vez expatriados los dos enfermos del virus, tenemos a un equipo de trabajadores sanitarios sin la formación mínima para atenderlos. Entre ellos estaba Teresa Romero.
Teresa es una chica valiente porque, a pesar de conocer los riesgos, se presta voluntaria a atender el caso del religioso Pajares y también al padre García Viejo. Ahora es ella la que debe ser atendida. Aún es pronto para saberlo, pero algo me dice que no falta mucho para que nos cuenten que el único error posible es el humano y que ha sido ella la culpable de estar pasando este trance.
Teresa no tiene hijos. Ya no. Tenía uno, pero se lo han matado: Excálibur, un precioso perro que tuvo la mala suerte de vivir en casa de una afectada por ébola. ¿Había riesgo de infección causada por Excálibur? ¿Era portador del virus? ¿Era tan costoso pagar un análisis para comprobarlo? ¿Tan costoso como las repatriaciones que pagó España?
Eso no importa. Muerto el perro, se acaba la cepa. Pero no la rabia.
Fueron ellos quienes provocaron el daño, ellos son quienes deben solventarlo. ¿Y qué se les ocurre? El sacrificio. ¿No han pensado en gasear Alcorcón? Ya puestos, ¿por qué no bombardeamos África de punta a Cabo (de Buena Esperanza)?
¿Ninguno de los sicópatas que nos gobierna se ha parado a pensar en los sentimientos, lo que podría suponer Excálibur para Teresa y Javier, su marido? ¿O es que en las Sagradas Escrituras en las que tan fervientemente creen está escrito que los perros no son de su Dios?
En momentos como éste deseo con todas mis fuerzas que exista su Dios, el de toda esa pía casta nauseabunda y, el Día del Juicio, les haga vivir en slow motion todo el daño que han causado. In saecula saeculorum.
«La Iglesia, por su parte, lejos de hacerse cargo de ese gasto, sigue entregada en expoliar, recaudar y preocuparse por los genitales ajenos.»
ResponderEliminarMe gusta el tono crítico —y un poquitín anticlerical— que dedicas al hablar de esas cosas tan criticables que hacen los eclesiasticos y sus meapilas entusiastas del PP.
Pero me tira mu patrás que al referirte a uno de los clérigos dices "al padre García Viejo".
¡¡¡Joder!!!
Padre, ¿de quién?
Puede que esos señores no tengan hijos o si los tienen, hacen lo posible por ocultarlos, por eso me repatea que se les llame "padres".
Cuando el que se lo llama es un carca o un derechista, lo entiendo, lo encajo. Pero cuando el que se lo llama es alguien que supongo un progresista —o más aún—, un izquierdoso como yo, es que me jode sobremanera.
Por lo demás, apluado tu artículo y muy bien por tu blog. Te saludo,
Gracias por tu comentario, Jesús.
EliminarTienes razón en lo de 'padre'. La inercia. He leído tu enlace y me ha gustado mucho. ¡Te sigo!
Un saludo.