domingo, 14 de junio de 2015

De bancos y ataques.

Estoy optimiscéptico.



Por una parte, analizo con optimismo lo ocurrido tras las investiduras en las alcaldías de este fin de semana, porque ya se siente el empoderamiento de la gente común, de Nosotros, el Pueblo.


Por otra parte, no me libro del escepticismo que me acompaña desde hace ya tanto. Me da la sensación de que todavía hay mucho que enseñar.

Os dejo con un par de reflexiones inconexas que quiero compartir con vosotros.

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No hace mucho hablaba con un amigo musulmán y de la clase trabajadora y me comentaba su intención de votar al PP. A mí, que me gustan mucho los oxímoron, me dio por decirle: "¡Pero eso es como ser negro y del Ku Klux Klan! Es como ser maricón y católico; como ser un obrero y apoyar a la CEOE. Eres libre de defender a quien quieras, pero lo interesante es apoyar a quien sabes que te va a apoyar a ti también".

Después de despedirnos, me di cuenta de que no debo ser tan bruto, aunque siempre intente justificarme con mi vehemencia, pero hay veces en las que esas cosas me superan.

Otro ejemplo es ver a quien, de forma insistente, ataca a la izquierda en general y a Podemos en particular. ¿Es por el miedo? ¿Por la ignorancia? Entiendo que alguien con cuentas abultadas y con ingresos pingües o empresas exitosas defienda las posturas del PP. Yo lo haría. Pero ¿qué lleva a un parado con una ayuda de mierda, al que le han subido los impuestos, el recibo de la luz, le han recortado servicios básicos como la sanidad, la educación, las becas, la asistencia social, ..., a defender a un partido conservador? ¿El miedo? ¿La ignorancia?

El miedo y la ignorancia se combaten con el conocimiento, de ahí que la izquierda muestre su preocupación por la ausencia de éste. A todos los que atacan gratuitamente a Podemos, ¿se les ha ocurrido por un momento acudir a las medidas que piensan tomar? ¿Acaso hay alguna, UNA SOLA, que vaya en contra de sus intereses? ¿No se dan cuenta de que esas medidas no las han aprobado desde ningún despacho, que las hemos aprobado Nosotros, el Pueblo en las casa de cultura, en las plazas, en internet?


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Cuando se rescató a los bancos, se justificó esa ayuda alegando que, de lo contrario, el sistema se hundiría. Lo primero que se te pasa por la cabeza es: ¿cómo demonios lo saben? ¿Ya hay precedentes de los que aprender?

Vale, no los hay, pero hagamos un acto de fe y vamos a comulgar con esa rueda de molino. Vamos a creernos que hay que salvar a los bancos. ¿No se puede tomar una medida más justa?

Por ejemplo: Si resulta que los bancos se hunden porque la mayoría de la ciudadanía tiene deudas con ellos que no pueden saldar, ¿por qué no les damos ese dinero a los ciudadanos para que salden su deuda? De este modo, tanto el que está a punto de ser desahuciado como el banco salen beneficiados.

Imaginamos que doña Elpidia tiene una deuda de 180.000 € con Bank Arrota. El Estado "ingresa" en cuenta esos 180.000 y, con ellos, la deuda de esta mujer queda saldada, mientras que el banco tiene en su haber la misma cantidad. Entrecomillo ingresa porque lo cierto es que en estas cosas ni se ingresa ni nada, sólo se le da al enter. Dos pájaros de un tiro.

Pues nada. O debo ser el único iluminado del planeta -cosa que dudo- o alguien nos la metió doblada -cosa que me temo-.

Acabo con un ZAS, en toa la boca que le di a uno en otro blog hace ya tiempo.





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