miércoles, 25 de mayo de 2016

Re-degeneración PPopular


Comparto el análisis de Lucía Méndez.




"El dinero que el señor Bárcenas tiene en Suiza no tiene nada que ver con la contabilidad B del Partido Popular, son dos cosas distintas. Aunque es evidente que el Partido Popular las mezcla interesadamente, claro.

A mí lo que me consta es que, dentro del Partido Popular, hay dirigentes que consideran imposible que los ciudadanos puedan creerse la explicación que dan en la dirección  del Partido Popular. Esto sí me consta.

Me parece que lo único que subyace es un intento de sostenella y no enmendalla, un intento de sostener una versión que no es sostenible desde el punto de vista del sentido común pero en la que, probablemente, el Partido Popular ya no tiene marcha atrás. Creo que no tienen más remedio, incluso los dirigentes jóvenes - que, indudablemente, no tienen ninguna responsabilidad en el asunto de Bárcenas, porque son personas jóvenes que acaban de llegar y acaban de incorporarse a la dirección -, pero me parece que no tienen otro camino que defender algo que en su foro interno consideran que es indefendible, aunque no tienen más remedio que hacerlo porque para eso han aceptado ser dirigentes del Partido Popular. Y esas son las reglas del juego".

Pues hablemos de esas reglas. En este escenario, caben dos opciones:

1) Si consideramos que Pablo Casado,  Andrea Levi o Javier Maroto (al que le da 'asco' Bárcenas, pero lo de la corrupción y la sede 'ya tal') flotan en un colchón de candidez y buenrollismo que les impide ver la realidad que apunta Méndez - las cajas B no son lo mismo que el latrocinio de Bárcenas -, entonces cabe pensar que la nueva camada de Génova no está preparada para la España en Serio que promulgan.

2) Si esas son las reglas y los nuevos dirigentes las aceptan y mantienen la mentira porque ya es demasiado tarde para recular,  entonces quedan desacreditados aun antes de presentarse a las elecciones. ¿El poder a cualquier precio? 

La primera opción, la más deseada, incapacita de facto a los recién llegados por algo tan sencillo como por no ver esto: ¿Bárcenas monta una caja B para llevarse la pasta a Suiza, pero en un ataque de generosidad paga de su cuenta la reforma de la sede del PP?

La segunda opción, más preocupante, le quitaría la máscara a los jóvenes dirigentes para mostarnos ese más de lo mismo, esa política rancia que comulga con ruedas de molino con tal de acariciar el poder y a la que le importa un comino la moral, la integridad o el servicio público.

Más que RE-generación, estaríamos asistiendo a la re-DEgeneración de un Partido Popular que rizaría el rizo de la corrupción: la corrupción ANTES de llegar a poder corromperse.

Falsa alarma. Los Casados, Levis y Marotos que venían a limpiar la derecha se han quemado moralmente antes de llegar.














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