Hacíamos hoy la sobremesa en el patio, de fondo sonaba un CD de copla española, y Anti* se unía a Marifé de Triana y se echaba unos bailes.
- Lo que más me gusta es cantar y bordar. Cuando era pequeña, íbamos mi madre y yo por la calle y las vecinas le decían: "¡Concha! Deja a la Antigua que se quede un rato y nos cante y lea la buena fortuna".
Entonces empieza a recitar.
¿Te la digo resalao? Déjame que te la digaQue tiés paticas dalambre y ojillos de siemprevivaJusmea en la faltriquera yendigarme unas perrillasPá questos churumbelillos no se mueran de faitigaQue de no come caliente tien ya seca la barrigaAnda no tagas de roga tantoQue no te pío una minaPor la Santa Trinida y su Sagrá FamiliaQue me muera de repente si te digo una mentiraEstas rayas de tus manos, son sintomas de ruinaPero no preocupes, que buen manto te cobijaVa a tener sinco novia en menos de sinco díaQue pasaran como pasan las joscura golondrinasSin dejar rastro ni juella en tus jermosas pupilasVivirás en un palacio que mercarás.... en Sevilla!Y tendrá muchos criaos que te sirvan de rodillasque toito lo merese una persona tan digna.Viajarás en artromovil, serás dueño...de la China!(En esta parte el chulapas se va sin hacerle caso a la gitana y sin darle dinero como es supuesto y ésta enfurecida le suelta)Pero te vas so roñoso sin darme una perra chica?Anda ya so ejalichao que te coma la polillapremita Dio se te guelvan alacrane en la tripatoas las monedas que tienes o las gaste en boticaQue te salgan sabañones en mitad la coronillaQue te metan pa dormir entre sábanas de jortigas
¡Y quel día que te mueras, te jarrastren con la mulillas!
Cuando acaba, en un bucle perverso, vuelve a decir: "Lo que más me gusta es cantar y bordar...".
Entonces la vi.
Vi a la Antigua de niña que correteaba por su Aguilar de la Frontera natal, su brillante pelo negro tapándole la cara al girarse buscando la mirada de aprobación de Concha -su madre- para ir a hacer lo que más le gusta.
Vi a la Anti niña despreocupada e ignorante de lo que pesa una vida. El ser hija única y huérfana de padre en la posguerra no era nada comparado con lo que le esperaba con esa losa que a ratos te aplasta, a ratos te eleva, y llamamos vida.
Porque el hambre en los 50 y en Andalucía era tangible y espantó a muchos miles lejos de sus arraigos y se los llevó a Cataluña, a Madrid, a Francia, a Suiza... Ella tuvo suerte y se quedó en Barcelona. Un guateque en Hospitalet, al que asistió un tal José, de Cuacos de Yuste, movió la aguja de Anti a toda una aventura, que te contaré en otra ocasión...
- Tengo el ajuar nuevito, sin estrenar -dice la Anti-, y todo lo hice yo, porque la abuela me decía: "menos cantes y más bordar, que esto te servirá para algo y lo otro pa na", ¡y qué razón tenía! He tenido cuatro hijos -aquí nos nombra a los cuatro- y no me ha ido nada mal.
Vuelvo a ver a la Anti de hoy. Miro sus ojos que acusan el paso del tiempo pero te siguen mirando como una gitanilla de 15; miro los estragos del Alzheimer y pienso que Dios, el karma, la justicia divina y todas esas patrañas son una mierda y una farsa. Es una convicción casi científica, porque, de ser ciertas, Anti no volvería al bucle que acaba de empezar.
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Esto quiere ser un homenaje a las verdaderas heroínas de la Patria, de nuestra patria y de todas ellas: Las madres. Mujeres que tienen una historia de lucha que casi nunca te cuentan, pero que deberías tener la decencia de valorar. Tú también te debes a una de ellas.
Gracias, Virginia, por refrescarme la memoria.
*Antigua, en honor a la Virgen de la Antigua, de Aguilar. "Me llamo Mari Antigua, pero soy una Mari Moderna".
Un beso. Gracias a ti ;-)
ResponderEliminarHermoso recuerdo de una bella mujer.
ResponderEliminarGracias. Ojalá haya logrado siquiera esbozar un poco su belleza por dentro y por fuera.
EliminarEmocionante relato de una vida de entrega y generosidad
ResponderEliminarGracias, Pedro. Un relato que se repite en cada casa, con cada familia, con cada madre... Distintos escenarios con actrices parecidas en esa entrega y esa generosidad.
EliminarSon ellos. Siempre son ellos y lo serán toda la vida, no importa cuanto olviden, estamos los demás para recordarlo. Y cuando se hayan ido por completo... aún seguirán siendo quienes fueron, porque permanecerán en el recuerdo. Por eso, en este duro proceso, hay que quererlos mucho, porque siempre habrá un huequecito en su cerebro para, quizá no recordar un nombre o una cara, pero sí el amor, si el afecto.
ResponderEliminarTienes razón Luis. El amor es -como casi siempre- la respuesta a todo. Gracias.
EliminarQue bonitos recuerdos, me encanta el nombre de tú madre y bonito homenaje.
ResponderEliminarUn enorme abrazo con todo el cariño del mundo a tú madre y a ti.
Gracias, Enrique. Se lo haré llegar.
ResponderEliminarPrecioso reconocimiento a todas las madres que de una manera u otra se sacrifican por nosotr@s...😘💞
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