martes, 12 de julio de 2016

No soy del Barça

... pero tampoco del Real Madrid. A decir verdad, no me interesa nada el fútbol profesional.


No hemos hecho más que empezar y, seguramente, ya me has categorizado, pero tranquilo, no es culpa tuya, porque, según parece, todos los seres humanos tenemos esa predisposición.

De la Teoría de la Identidad Social ya se encargó Tajfel el siglo pasado. Según esta teoría, nos identificamos como individuos y también como parte de uno o varios grupos. Esto, que en principio no es algo negativo, puede llegar a serlo, porque puede llevarnos a crear prejuicios, estereotipos y discriminación. Veamos algunos ejemplos.

Cuando uno se significa y dice que no es del Barça, casi automáticamente nuestro cerebro nos dice que, entonces, debe ser del Real Madrid. ¿Y qué pasa con el Levante?

No hace mucho, en este mismo blog, hablaba de lo inapropiado de un ayuntamiento de fomentar el folklore andaluz siendo un pueblo extremeño con antiguas y preciosas tradiciones. Al instante empezaron a lloverme críticas por "querer acabar con las sevillanas"... ¡Un momento, un momento, oiga!  En ningún caso he dicho que quiera acabar con sus gustos, sólo decía que un ente público no debería apoyar la pérdida de sus raíces...

 Ayer mismo, a propósito de la muerte del torero Víctor Barrio, me enteraba de que es costumbre matar a toda su casta -la del toro, no la del torero- cuando quien vence en la lidia es el toro.

No tardó en llegar el aluvión de críticas y exabruptos de amigos y lectores que me acusaban de alegrarme de la muerte del chaval. ¡Un momento, un momento, oiga! Yo sólo he dicho que me parece una tradición cruel, no que me haya alegrado de la muerte de nadie...

Ahora que conocemos un poco más nuestra tendencia a colocar al semejante donde mejor nos parece sin preguntar antes si se siente cómodo en esa categoría, podemos empezar a comprender lo desapacibles que deben sentirse los bisexuales, porque claro, o eres hetero o eres gay, pero lo de bi me descoloca.

Siguiendo con la identidad social, ahora entendemos que un gitano es un vago y un ladrón, un moro es un terrorista, un gay es un vicioso, y uno de izquierdas es fan de Venezuela, ¿verdad?

Ahí está el problema y el momento en que debemos marcar la diferencia entre ser un ser social como una oveja o como una persona. Debemos tener cuidado en no confundirnos y degenerar en la discriminación, el estereotipo o el prejuicio.


















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