domingo, 1 de marzo de 2020

No me da la vida

Bosque de Jade, Nueva Zelanda



Quiero vivir

Quiero vivir en ese pequeño pueblo de Indiana en el que nunca pasa nada pero todo lo que pasa es grande.

Quiero beber akvavit en Svalbard con sus oriundos hasta emborracharnos mientras esperamos la aurora boreal.

Quiero una noche al raso (o dos, o cientos) en los Bosques de Jade de Nueva Zelanda y que un kiwi me despierte picoteándome en la cara.

Quiero que me corte el aire el agua helada de esa playa en Tierra de Fuego.

Quiero bañarme de los olores y sabores criollos en Nueva Orleans mientras bailo jazz.

Y quiero conoceros a todos

Quiero conocer a cada habitante de cada rincón que visite.

Quiero conocer a esa chica que se sentaba sola en la esquina de aquel pub y no me acerqué en su día.

Quiero conocer al vagabundo que hablaba solo en el Retiro y que me cuente si, en realidad, no hablaba tan solo.

Quiero un café con la señora que sorprendí llorando mientras pagaba en la caja del supermercado.

Quiero un año con aquel anciano que con solo cruzarnos la mirada me contó que tiene una historia interminable que contar.

Y quiero amaros a todos

Quiero decirte que te amo porque eres una casualidad imposible y el azar nos colocó a los dos en el mismo sitio y a la misma hora entre una infinidad de variables espacio-temporales.

Quiero amarte porque eres única y nunca nadie te valora lo suficiente esa unicidad irrepetible.

Quiero amarte para que no pienses que eres el único que no ha sido amado.

Quiero darte mi amor porque será la rendija por la que aparecerá en tu vida la esperanza de que no todo está perdido.

Quiero amaros porque no hay nada más humano y, sin amor, no hay nada.

Y no quiero odiar

No quiero odiarte porque el tiempo que dedicara al odio no se lo dedicaría al amor.

No quiero odiarte por haber sido un monstruo con otras.

No te odiaré por querer hacerme daño sin razón.

No voy a odiarte por odiarnos.

Porque no me da la vida.

Y a ti, tampoco.




1 comentario: